PUNTUALIDAD

Domingo  /  04 de Junio, 2023

La puntualidad es para mí una de las características más importante de las personas, porque si lo es, automáticamente considero que es una persona responsable, seria, ordenada con su vida, con personalidad. Sin embargo, cuando quedo con alguien y no es puntual, me vienen a la cabeza una serie de connotaciones negativas como la pereza, falta de responsabilidad, desconfianza, desorden…

Tengo que reconocer que no soy objetivo con el tema de la puntualidad, me gusta ser puntual y también que lo sean conmigo. No ser puntual me parece una falta de respeto al igual que no tener la empatía necesaria con la persona-s que te has citado. 

Evidentemente nadie está a salvo de no “pinchar” en un momento dado, pero cuando compruebas que hay quienes son impuntuales de manera constante a lo largo de sus vidas porque simplemente les da igual o no lo consideran importante, el tema se complica.

Ser puntual no significa llegar antes de tiempo a la cita, sino llegar en el momento que has quedado. Es la fórmula que utilizan los británicos-as, suizos-as, alemanes-as, japoneses-as y coreanos-as. Esto no implica que sean mejores ni peores, sencillamente muestran su respeto por la persona-s con la que se han emplazado. 

Pero no solo en las citas, reuniones, etc. se debe valorar la puntualidad, sino también en diferentes ámbitos de nuestras vidas: en el trabajo, el transporte público, el comienzo de un evento, la cita en el médico… Si exigimos la mayor puntualidad posible en todo ello, ¿por qué nosotros-as no nos enfocamos en actuar con la misma exigencia? En el trabajo, por ejemplo, la impuntualidad reiterada es causa de incumplimiento contractual, a no ser que exista una causa justa como por ejemplo una enfermedad. 

Si eres impuntual, aprende a ser puntual, organízate, confecciona cada día una agenda, levántate con tiempo, ten en cuenta los temas que tienes que hacer, los imprevistos que te pueden salir, créate una mecánica de funcionamiento hasta que generes el nuevo hábito de la puntualidad.

Ser puntual, además de transmitir seriedad y responsabilidad, hará incrementar tu autoconfianza, trasladas una imagen de persona organizada, confiable, demostrando respeto y empatía hacia los-as demás, conseguirás mejorar tus relaciones y optimizarás el tiempo.

Tampoco se trata de ser prisioneros-as de los horarios, tratando de ser puntuales en cada ocasión como si de ello dependiera nuestra vida. La vida no es una carrera, se trata de que el hábito que hemos originado de ser puntual contribuya a nuestro bienestar.

Y, si vas a llegar tarde a tu cita, por lo menos avisa.