Tras un año muy duro en lo personal y bastante activo en lo profesional, quisiera cerrarlo, en lo que a publicaciones en mi BLOG se refiere, con una reflexión que invita a pensar si transitamos por el camino adecuado.
Reconozco que vamos cumpliendo años y en la medida que tienes más experiencias y vivencias no actúas igual, el comportamiento en determinados momentos no es el mismo. Nuestras creencias, educación recibida, valores, pensamientos, acciones, hábitos, rutinas, amistades, pertenencias y los objetivos a perseguir conforman nuestra forma de ser, pensar y comportarnos.
En 1943 Abraham Maslow, en su ensayo Una teoría sobre la motivación humana, jerarquizaba las principales necesidades del ser humano y las organizaba en cinco niveles principales.
1. Necesidades Fisiológicas: aire, comida, bebida, refugio, calor, sexo, sueño.
2. Necesidades de Seguridad: protección, orden, leyes, límites, trabajo, estabilidad.
3. Necesidades Sociales: amor y pertenencia, familia, afecto, relaciones, trabajo en grupo.
4. Necesidades de Estima: logro, estatus, fama, responsabilidad, reputación.
5. Necesidades de Autorrealización: crecimiento personal.
Las dos primeras corresponden a las necesidades primarias, supervivencia, y las otras tres a las necesidades secundarias, crecimiento, las cuales se adquieren a medida que nos integramos en la sociedad.
La teoría de Maslow sostiene que la satisfacción de las necesidades secundarias no puede darse hasta que las primarias no se hayan cubierto de forma total o parcial. Las personas solo se podrán focalizar en las siguientes necesidades una vez que tengan las otras cubiertas, ya que, frente a dos necesidades, el ser humano siempre optará por la más elemental o fundamental.
No seré yo quien defienda, ni critique, la teoría de Maslow, pero sí que me sirve para ayudarme a entender el comportamiento y estado motivacional de las personas desde unas necesidades básicas: fisiológicas y seguridad; y otras más desarrolladas como las sociales, estima y autorrealización.
Porque, quiero pensar, que las personas, una vez que tenemos las necesidades primarias cubiertas, todas y todos, desde el punto de vista motivacional, queremos crecer en afecto, relaciones, reputación, crecimiento personal, etc.
Hasta aquí, más o menos, todo me encaja, después cada cual escoge su camino.
Las dudas me aparecen cuando cada día percibo cómo funcionamos las personas y me paro a analizar sobre qué queremos realmente las-los humanos, qué nos motiva a seguir adelante, qué necesidades perseguimos, qué camino debemos escoger, cómo lo debemos recorrer, qué esfuerzo o precio estamos dispuestos a pagar.
Es aquí seguramente, en las respuestas a estas preguntas, donde observo en multitud de escenarios y circunstancias cotidianas, que todos-as los individuos-as no tenemos las mismas creencias, valores, objetivos, comportamientos... Cito algunos simples ejemplos.
En los autobuses interurbanos, ¿por qué hay personas más jóvenes que no ceden sus asientos a las personas mayores? Intentas explicarles y no te hacen caso. ¿Dónde están esos valores que nos han inculcado hacia las personas mayores?
En un piso normal, de cualquier barrio, y a pesar de la normativa, ¿por qué se concentran fiestas, ruidos y música con relativa frecuencia incluso a horas intempestivas? Vas a dicho piso a decirles que tengan consideración, se ríen e incluso te pueden amenazar.
¿Por qué utilizamos la picaresca guardando las colas para intentar adelantarnos? Da igual el lugar, si podemos…
¿Estamos utilizando correctamente las RRSS? Hay adolescentes que, por ejemplo, sin el móvil, no saben escribir ni expresarse correctamente. Por no hablar de toda la basura que circula: insultos, descalificaciones…
¿Y la inteligencia artificial? En un curso que participé recientemente, había que hacer un trabajo para poner en práctica los conceptos estudiados. El trabajo de ciertos alumnos-as era copia y pega de la IA. Luego lo negaban. ¿Así piensan formarse?
¿Somos conscientes del aumento de agresiones sexuales? ¿De los asesinatos por violencia de género?
Evidentemente las-los adultos tampoco ayudan en todo esto, no hay más que mirar a buena parte de los políticos-as, generando bronca en lugar de ayudarnos a vivir un poco mejor. ¿Cuál es el verdadero objetivo de estos políticos-as? ¿El bien estar colectivo?
Por no citar a quienes niegan el cambio climático. Que pregunten a la pobre gente de Valencia. ¿Lo tenemos realmente en cuenta con lo que ello implica? Las cifras del consumo en general no lo demuestran.
Capítulo aparte son las guerras: Israel, Gaza, Nagorno, Karabaj, Ucrania, Rusia, Siria, Yemen, Tigray… Con su hipocresía en la venta y financiación de las armas. ¿Quién paga sus consecuencias? Los más débiles.
No sé si será la edad, que no soy capaz de entender los nuevos tiempos, a sus dirigentes, tampoco a las nuevas generaciones, las aplicaciones que manejan, formas de pensar, sus necesidades o prioridades, valores… en definitiva, hoy día me cuesta comprender la motivación humana de las personas. Todo esto me hace dudar si vamos en la dirección correcta. ¿Tú qué piensas?