CARRERA DUAL

Domingo  /  02 de Agosto, 2020

Hace pocas fechas un padre me contaba la evolución que había experimentado su hijo (de 16 años) en una determinada disciplina deportiva. Argumentaba las posibilidades que tenía de conseguir algo ilusionante, de llegar a ser profesional. Explicaba a su vez el apoyo que tenía del entorno familiar y, dentro de la ilusión que invadía a dicho padre, dejaba entrever que los estudios habían pasado a un segundo plano puesto que entendía que su hijo debía estar plenamente enfocado y dedicado a la práctica de la actividad deportiva que ejercía.

Lo aconsejable sería que los-as deportistas realizaran una carrera dual, es decir, transitar de manera simultánea dos carreras, la profesión de deportista y otra de índole académico o laboral. Algunas personas consideran que es mejor utilizar todas las energías en una sola actividad y, cuando nos referimos al deporte, entienden que, si se centran exclusivamente en la práctica deportiva que desarrollan, las posibilidades de conseguir su objetivo son mayores.

El desarrollo de una carrera dual en jóvenes deportistas resulta esencial. Se puede llegar a realizar un equilibrio óptimo de coordinación entre la actividad deportiva y los estudios. Por un lado, porque quizás esa joven promesa no consiga llegar a ser profesional o convertirse en deportista de alto rendimiento. En ese caso, su preparación académica le servirá para insertarse en el mercado laboral, estará preparado-a para afrontar una nueva etapa de su vida alejada de la práctica deportiva profesional. Por otro, estudiar supone obtener al (la) deportista una serie de condiciones como son la predisposición a realizar sacrificios, visión de lo que se quiere alcanzar y ser consciente de las propias fortalezas y limitaciones.

Si el (la) deportista consigue ser profesional, haber realizado una carrera dual también le aportará ventajas. Al finalizar su carrera deportiva se produce un fenómeno denominado transición, la retirada, donde comienza una nueva etapa. Esta situación genera al (la) ex−deportista la necesidad de estar preparado-a para afrontar su nuevo ciclo, y es en este momento donde cobra sentido haber realizado una carrera dual. No son pocos los-as deportistas que sufren incomodidades de diferente índole (depresiones…) por no tener un plan “B” al finalizar su carrera deportiva y en consecuencia saber ubicarse en su nuevo escenario.

Para conseguir una carrera dual, los-as deportistas deben tener dos tipos de recursos, los internos (rasgos personales, apreciación de la competencia, autonomía y motivación) y los externos (soporte familiar, social, deportivo y académico). Evidentemente, si el (la) deportista no está suficientemente motivado-a o no goza del apoyo necesario por parte de su círculo más cercano, tanto familia como club al que pertenezca, las posibilidades de éxito disminuyen.