SER AGRADECIDO-A

Domingo  /  17 de Enero, 2021

¿Cuántas veces hemos escuchado la expresión “De bien nacidos es ser agradecidos”? Y… ¿Cuántas veces lo aplicamos? ¿Somos lo suficientemente agradecidos-as? 

En la sociedad que vivimos resulta bastante habitual encontramos con personas que tienen una actitud negativa hacia la vida, todo les molesta, no consiguen ver las cosas buenas que les suceden, en cada momento o circunstancia que les toca vivir encuentran algo negativo. Incluso muchas veces nos damos cuenta de que somos nosotros mismos-as los que tenemos esta actitud. Bien es cierto que cada persona vive circunstancias diferentes y tiene sus propios problemas y recursos. A pesar de ello, siempre hay algo que podemos agradecer. 

El Dr. Robert A. Emmons, psicólogo estadounidense y uno de los principales investigadores a nivel mundial acerca de la gratitud, concluyó en sus investigaciones que la práctica de la gratitud ha demostrado ser uno de los métodos más fiables para aumentar la felicidad y la satisfacción en la vida, así como incrementar los niveles de optimismo, alegría, placer y entusiasmo.

En Gestión Emocional, o Inteligencia Emocional, uno de los aspectos formativos que a su vez se trabaja con las personas, son las ganancias que tenemos en el día a día. Para ello es conveniente conformar una especie de diario donde registrar las que hemos tenido cada jornada, si debemos cambiar o añadir algo para favorecerlas, qué nos ha gustado, aprendido… Dentro de este interesante ejercicio contemplamos la “Gratitud”, anotando durante el tiempo que hemos determinado (por ejemplo, cinco o seis veces por semana durante un mes aproximadamente) las veces que hemos expresado gratitud a alguien (una palabra, una nota, una sonrisa…) Este registro favorece ser más consciente de la acción y nos permite evaluar cómo nos hemos sentido. Os anticipo que es muy reconfortante.

Ser agradecido-a es fundamental para apreciar, disfrutar y valorar plenamente de las experiencias vividas. Agradecer lo que somos, lo que hemos conseguido, lo que tenemos, del trabajo, estudios, experiencias, la familia, de los amigos-as, situaciones, etc. nos hacen vivir en armonía con nuestro entorno, con un alto grado de satisfacción y bienestar. Para experimentar el agradecimiento no queda otra opción que practicarlo y, como toda práctica, cada vez se irá mejorando hasta convertirse en hábito. Escribir un diario, como señalaba antes, es una de las mejores herramientas para trabajar en ello, ofreciéndonos la posibilidad de experimentar el agradecimiento como componente integrante de una parte de nuestro carácter.

Además, no basta con ser agradecido-a, sino que hay que mostrar verbalmente dicha gratitud, porque mejora nuestra capacidad de conectar con otras personas y nos ayuda a mantener e incluso aumentar nuestro propio bien estar. Todos-as tenemos motivos por los cuales ser agradecidos-as: por levantarnos y tener la oportunidad de vivir cada día, de trabajar, estudiar, afrontar nuevas situaciones, coincidir con compañeros-as, disfrutar de la familia, de los amigos-as, de la naturaleza, de las aficiones, de los retos a desafiar… y, al final del día, cuando nos vamos a dormir, sentirnos agradecidos-as por todo lo bueno que hemos podido experimentar.

Si realmente quieres ser agradecido-a, no esperes nada a cambio. Debes serlo porque quieres hacerlo y te sientes bien. Practícalo.