DESPERTAR LA CURIOSIDAD

Domingo  /  09 de Enero, 2022

Leonardo da Vinci fue un polímata total del Renacimiento y una de las mentes más prodigiosas a nivel mundial de todos los tiempos. Su insaciable curiosidad inspirada por la naturaleza le hizo practicar infinidad de disciplinas. Fue dibujante, pintor, filósofo, urbanista, inventor, escultor, escritor, músico, botánico, meteorólogo, matemático, ingeniero, óptico, fisonomista…

La palabra “curiosidad” viene del latín curiositas y significa: deseo de saber o enterarse de algo. También es el aspecto emocional que produce y genera la exploración, investigación y aprendizaje de las personas en la búsqueda de información sobre aspectos o temas que nos interesan.

Y… ¿Qué nos activa la curiosidad en las personas? Evidentemente no todos-as funcionamos igual. De manera simplificada, podríamos decir que las personas se dividen en conformistas e inconformistas.

Las personas conformistas procuran no tener preocupaciones con el mínimo esfuerzo. No suelen salir de su zona de confort y solamente alteran su voluntad de cambio si ven peligrar su estatus: trabajo… Las inconformistas aspiran a desarrollarse, aprender, ayudar, cambiar, mejorar… en definitiva, a sentirse productivas, valiosas, generosas, para lo que necesitan desarrollar su potencial interior. 

No se trata de opinar cuál es mejor o peor, los individuos-as elegimos cómo queremos encarar cada momento. La actitud es nuestra respuesta emocional y mental que nos hace afrontar las diferentes circunstancias que nos ofrece la vida. Nuestra actitud ante una determinada situación y cómo interpretemos dicha situación, condicionará nuestro estado emocional y nuestro comportamiento.

Partiendo de la base de que todos los perfiles encajan, personalmente abogo por el inconformismo, lo que me lleva a tener activa una enorme curiosidad por aprender cada día, en el trabajo, en la calle, en todo lo que me rodea e interesa. Considero que es una habilidad que tenemos las personas para introducirnos y explorar diferentes entornos con el ánimo de aprender y mejorar, tanto nosotros-as como la organización a la que podamos pertenecer.

Las personas inconformistas reúnen una serie de características, cito algunas:

• Lo primero, buscan sentirse felices y cómodos-as consigo mismos-as.

• Manejan adecuadamente las relaciones interpersonales.

• Establecen objetivos concretos.

• Planifican y terminan los proyectos o temas en los que trabajan, no los dejan a medias.

• Con planteamientos claros, concretos y concisos.

• Dedican el tiempo necesario (proyecto, trabajo).

• Afrontan los retos sin temor al fracaso.

• No justifican los errores. Entienden que forma parte del proceso de cambio o mejora.

• Visión en la mejora.

• Arriesgan si es necesario.

No es cuestión de tener un talento especial para ser curioso-a, como señalaba Albert Einstein, la clave está en despertar el interés por las cosas, querer aprender, pensar en el por qué, en mejorar, significa desarrollar un ejercicio de superación consigo mismo-a. Pero también en transmitir lo que has aprendido, en ayudar, en compartir y generar a su vez curiosidad en otras personas que te rodean. Este contagio es de las pocas contaminaciones en positivo.

Termino con una frase de Luis Eduardo Aute: “Pienso que si perdemos la curiosidad no hay nada; no hay reflexión y, por tanto, no hay conocimiento y no hay ninguna posibilidad de saber”.