VANIDAD

Domingo  /  02 de Abril, 2023

La vanidad posiblemente sea la emoción con peor reputación, porque como su propio nombre indica, es un vacío, la “arena movediza de la razón” que decía la escritora George SandY tan ciega que nos llega a preocupar el “qué dirán” cuando ya no estemos en este mundo. O el pintor Diego Velázquez  que señalaba: “No sirve de nada tener lo mejor y no ser el mejor”. Un claro ejemplo de persona vanidosa.

Vanidad es sinónimo de arrogancia, presunción y envanecimiento. Hace referencia a la actitud de quien sobrevalora sus propias habilidades, atributos y conocimientos, en consecuencia, desarrolla un concepto de sí mismo-a tan exagerado que se cree superior a los-as demás. Incluso, en ocasiones, se jacta y vanagloria frente a otras personas. De ahí que una persona vanidosa sea considerada engreída e incluso soberbia.

Bien es cierto que hay personas que se comportan como si fueran vanidosas y en realidad es una forma de actuar ante sus inseguridades.

Tenemos tres tipos de vanidad:

La soberbia: es una vanidad dotada de altivez y falta de respeto por la condición del otro-a.

El narcisismo: tiene un exceso de amor propio, se considera la persona más bella del mundo.

Megalomanía: desarrolla un delirio de grandeza y una ínfula en su persona de ser básicos-as y fundamentales para el mundo.

Y los rasgos de una persona vanidosa suelen ser:

  • Quieren ser el centro de atención.
  • Creen tener siempre la razón.
  • Para ellos-as el resto de personas son “objetos”.
  • Suelen enfadarse por pequeñas cosas.
  • Su imagen pública es fundamental.

La vanidad puede ser buena, en cierta medida, porque posibilita que tengamos una buena autoestima. El problema es si la hacemos dañina, cuando su acción sobre los-as demás es ofensiva. En definitiva, la vanidad con humildad es positiva, con soberbia es muy negativa.

¿Cómo podemos reducirla?

No creas únicamente en ti mismo-a, escucha y ten en cuenta al resto de personas, lo que dicen, opinan, piensan… y respétalas.

No trates de compararte con los-as demás, cada cual es como es, genuino-a, no necesita parecerse a nadie.

Practica la humildad. Puede que seas bueno-a en algo, pero no lo eres en todo, hay personas que saben mucho más que tú de ciertas cosas, escúchalas y aprende con ellas. Abandona ese orgullo que te desgasta.

Sé agradecido-a cada día. Mira a tu alrededor y convierte en un hábito estar agradecido-a por las cosas que tienes, porque no necesitas más. Seguro que puedes ser feliz con lo que tienes ahora mismo, que no necesitas nada más.